Corría el año 1945 cuando, mientras hojeaba una revista, el archifamoso y rutilante estrella del Hollywood de los años dorados, espadachín y galán del cine de aventuras, Errol Flynn, famoso fuera de la gran pantalla por su vida llena de excesos, escándalos y excéntricas aventuras, posó su vista sobre el que se convertiría su último barco. Gran amante de la navegación a vela, había sido propietario de yates oceánicos, como el «Makai», el «Flamingo», el «Barbary» y el «Sirocco», pero el imponente barco que había visto reproducido en las imágenes de aquella publicación le cautivaron y se dispuso a comprarlo, mientras aún era armador del «Sirocco». Se trataba de un barco de una innegable belleza bautizado por su primer armador con el nombre de «Zaca», una palabra samoana que significa «paz» (o eso me han dicho. No he podido comprobarlo).
A finales de los felices años 1920, Charles Templeton Crocker, uno de los hombres más ricos de San Francisco, filántropo, mecenas de arte y presidente de la Sociedad Histórica de California, contrató a a su amigo Garland Rotch para diseñar y construir una goleta capaz de navegar alrededor del mundo y competir en carreras de resistencia.

Garland eligió el astillero de los hermanos Manuel y Antonio Nunes, «Nunes Brothers Boat and Ways Co.» ubicado en lo que hoy se conoce como la playa de Valley Stret, en Sausalito, California, para construir el barco. El astillero ganó el trabajo presentando una oferta a la baja ofreciendo la construcción del barco por un importe de 350.000 dólares, aportando así a Sausalito una bienvenida inyección de dinero y empleos.
Los hermanos Nunes, Manuel y Antonio, procedían de la isla de Pico en las Azores. Habiendo emigrado a California a finales del siglo XIX, comenzaron a construir barcos en el río Sacramento alrededor de 1898. En 1925 se mudaron a Sausalito y se hicieron cargo de «Reliance Boat and Ways Co.» en Second y Main street. Durante los siguientes 35 años diseñaron y construyeron una gran variedad de embarcaciones.

Construir una goleta de aquel tamaño no era empresa fácil. El buque de 118 pies de eslora (36 metros), era demasiado grande como para ser construido en el interior de las instalaciones del astillero Nunes. Así que, en agosto de 1929, su quilla se colocó al lado del varadero, en un cobertizo construido en exclusiva parta acomodar el casco del barco en medio de la calle principal de Sausalito. Una semana más tarde, el mercado de valores se derrumbó dando lugar al Crack del 29 y la posterior Gran Depresión que sumiría a los estados Unidos en una crisis económica sin precedentes.
Sobre el presupuesto inicial de 350,000 dólares se invirtieron otros 100.000 dólares más en accesorios y muebles. Entre otros lujos extraordinarios de la época, el barco tenía agua corriente fría y caliente, y en cubierta llevaban un barco a motor como bote auxiliar.
Las cubiertas se construyeron con teca maciza. Se utilizó pino de Oregón color primavera blanca en todo el salón principal y los largueros eran de pino de Oregón. Sin embargo, las cubiertas no resultaron ser todas de teca cuando el barco se hizo a la mar. Tenía teca en la cubierta tanto a proa como a popa pero de pino en el centro del barco. Se rumoreó que se le robó teca al «Zaca» para embellecer los cruceros que se encontraban en el astillero durante ese tiempo.

El diseño del barco, inspirado en la famosa goleta pesquera de Nueva Escocia, «Bluenose», fue realizado por el diseñador del astillero, Manuel Nunes. Una característica inusual fue la ubicación de sus dos motores diésel, que normalmente se encuentran en popa, que su armador, Crocker ordenó que los colocaran en medio del barco.
El día de su botadura el barco fue bautizado por la estrella del cine mudo Marie Dressler, de quien los relatos de los testigos presentes en el acto coinciden en que había disfrutado de unas copas -o botellas- de champán de más antes de la ceremonia de bautizo. Cuando lanzó la habitual botella de champán contra el casco del barco, no sólo no acertó a golpearlo, sino que no rompió la botella y se dice que la actriz cayó al agua. Es más que posible que la de su chapuzón no sea más que una historia fantasiosa, pero es tan divertido pensar que pudo suceder, que la vamos a dar por buena mientras nadie lo confirme o lo desmienta.

Tampoco está claro cual era el color oficial del barco. Algunos testimonios afirman que se botó con el casco pintado de blanco pero pronto se pintó de negro desde la eslora de flotación hasta la regala, otorgando al yate una apariencia solemne, majestuosa y elegante. El «Zaca» pasó sus primeras pruebas en el mar a lo largo de la costa de California en 1930.

Durante el verano de 1930, Crocker realizó el viaje inaugural a bordo de su espléndido «Zaca» Un viaje con una duración de un año. Sería la primera vez que un yate privado circunnavegase el mundo desde la costa oeste. La tripulación estaba formada por una docena de marineros profesionales ,un grupo de científicos y un fotógrafo que documentaría el viaje. Crocker invitó a su amigo Garland Rotch. Y fue una buena decisión, porque mientras estaban en el Pacífico Sur, Crocker despidió al capitán y Garland lo sustituyó inmediatamente y permaneciendo a bordo como capitán durante el resto del crucero.
Durante este viaje del «Zaca» Crocker conoció en Fiji a Lambert Sylvester Maxwell, un doctor en medicina tropical de la Fundación Rockefeller, quien con sus historias y relatos acerca de regiones aisladas y sin explorar en las Islas Salomón. Lambert aseguraba que en aquella región vivía una tribu de polinesios que, no habiendo tenido ningún contacto con los hombres blancos, eran los únicos vestigios de una civilización prehistórica. Este relato despertó tal sed de aventura en Crocker que navegó a lo largo y ancho de toda la Polinesia explorando las islas. A su regreso a San Francisco, Crocker publicó un libro sobre su aventura titulado simplemente «El crucero del Zaca», publicado en 1933.
El «Zaca» al servicio del ejército: se convierte en el USS Zaca UX-73

Tras el bombardeo de Pearl Harbour que precipitó la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra mundial, por temor a que los japoneses pudieran atacar California y debido a la falta de patrulleras disponibles, la Marina de los EE. UU. requisó todos los barcos de propiedad privada de más de 70 pies de eslora. Los barcos rápidamente convertidos para uso militar como el «Zaca» fueron equipados con ametralladoras antiaéreas y destacados frente a la costa Californiana patrullando en busca de la posible presencia de barcos enemigos y la misión de rescatar a los pilotos caídos en un eventual combate aéreo frente a las costas americanas.
Crocker recibió sólo 35.000 dólares por su amada goleta áurica valorada en más de 350.000. El «Zaca» fue pintado de gris naval, rebautizado «USS Zaca» ( IX-73), y armado con dos ametralladoras del calibre 50. Entró en servicio patrullando un área de 500 milla. Su misión consistía en actuar como una estación de radio avanzada para comunicar avistamientos de barcos enemigos.
Al final de la guerra, en 1944, el «IX-73», en pésimas condiciones de mantenimiento, fue sustituido por una lancha patrullera y posteriormente dado de baja del servicio en 1945. Desgastado, descuidado y maltratado fue subastado, junto a otros yates, por apenas 14.350 dólares y adquirido por Joseph H. Rosenberg, un ejecutivo de banca conocido por haber financiado la mayoría de las producciones de Hollywood en sus inicios.
Errol Flynn compra y rehabilita el «Zaca»

En 1945, Errol Flynn compró el «Zaca», al que denominó el “barco de sus sueños”, a Rosenberg y completó su reforma volviendo a pintar el casco de blanco, color que luciría hasta la actualidad. Pronto se convertiría en el refugio favorito del actor. El símbolo del «Zaca» era la silueta del gallo cacareando que había mandado tallar e instalar como mascarón de proa de este y que, según las propias palabras de Flynn, representaba fielmente lo que él había estado haciendo en Hollywood desde que llegara allí en 1934: cacarear como un gallo.

Se hizo a la mar en 1946, en compañía de un equipo científico encabezado por el biólogo marino Carl Hubbs, a quien Errol consideraba su padre científico y acompañado de una cohorte de actores, familiares, y un equipo de filmación documental, viajando a Acapulco en un viaje mezcla de placer, aventura y expedición científica que quedó inmortalizado en una película documental titulado «El viaje del Zaca»

Una vez hubieron desembarcado los viajeros en Acapulco, Flynn contrató a una tripulación mexicana. Por aquel entonces se hallaba en Acapulco, buscando localizaciones para su película «La dama de Shangai» el polifacético Orson Welles donde conoció a Flynn a quien contrató el uso del «Zaca» para el rodaje de la película, que duraría dos meses en aquel lugar.

Fue el propio Errol Flynn quien capitaneó el barco y no me puedo ni imaginar las juergas excesivas a bordo con estos dos personajes amantes de la buena vida y conocidos por sus excesos. Por cierto, el perro de Elsa, el personaje de Rita Hayworth, que aparece en la película, era «Arno» el schnauzer , inseparable mascota de Flynn que encontró la muerte ahogado durante una travesía al sur de California.

En 1947, el Zaca reapareció en Port Antonio, Jamaica, puerto al que Flynn solía llamar “casa” desde que en 1942 conociera aquel paraíso y decidiera comprarse un antiguo hotel y una mansión colonial. Tres años después, en 1950, dejaba el Caribe y zarpaba hacia el Mediterráneo en con una nueva tripulación enrolada en Jamaica, entre quienes se hallaba el marinero de origen español Mariano Vallejos, quien en aquella época navegaba en aguas del caribe.
Flynn llegó a Mallorca acompañado por Patrice Wymore, su tercera esposa, con quien hacía poco había contraído matrimonio en Montecarlo. Navegaban rumbo a Gibraltar, en su luna de miel. Se vieron sorprendidos porun fuerte temporal que les obligó a a buscar refugio en Pollença. La costa norte de la Isla cautivó de inmediato a Flynn quien prometió volver a la isla.

Seis años después, en 1956, alquilaría una casa en Palma de Mallorca y pasaría largas temporadas .El Club Náutico de Palma empezó a recibir las visitas regulares del «Zaca» hasta que, a medidos de la década, se convirtió en su puerto base. En 1956, tras haber contratado como timonel del «Zaca» a Eduard Sala, mallorquín, conoció al hijo de este, Ventura, a quien el actor llamaba “pequeño bandido” y con el que se divertía jugando y correteando por el barco.
La presencia de Errol Flynn en Mallorca atrajo a muchas estrellas, como Ava Gardner, Rita Hayworth, Tyrone Powell, Orson Welles, Douglas Fairbanks o Mary Pickford, que venían a la isla a pasar una temporada.
Errol Flynn falleció de un infarto de miocardio mientras se hallaba en Vancouver, Canadá, en 1959 intentando vender su querido yate. Tras su muerte el «Zaca» se quedó en su amarre del Club Náutico de Palma, custodiado por la mínima tripulación requerida para su mantenimiento con el poco dinero que Patrice Wymore podía conseguir. Mientras tanto los abogados de la herencia de Flynn buscaban un comprador para el barco, sin éxito Finalmente, acordaron encargarle su venta al millonario playboy inglés Freddie Tinsley, quien había asegurado que podía venderlo en Francia. Pero lejos de venderlo, Tinsley se llevó del «Zaca» todo lo que tuviera algo de valor y en 1965, lo abandonó en el astillero de Bernard Voisin de Villefranche Sur Mer.

Voisin finalmente, se quedó con los despojos del «Zaca» a cuenta del dinero que se le debía. “Soñé con este barco, estaba a mi nombre. Soñé con dejarlo impecable. Pagué derechos portuariospor mi cuenta durante unos diez años. Luego lo transferí a nombre del astillero, estaba incluido en los activos de la empresa al momento de declararme en quiebra.” declaró Bernard Voisin.
Pero a veces los sueños no llegan a materializarse, al haber una distancia insalvable entre este y la la realidad. Bernard Voisin tuvo que abandonar su proyecto.
El barco permaneció abandonado, deteriorándose sin remedio. Empezó a correrse la leyenda de que aquel enorme barco en estado ruinoso se había convertido en un buque fantasma de cuyas entrañas se podía escuchar el sonido de las fiestas que organizaban los fantasmas de Flyn y otras celebridades cuyas almas seguirían a bordo. Tal fue la popularidad de la leyenda y el miedo arraigado en los lugareños, que en 1979, un sacerdote católico y otro anglicano realizaron un exorcismo conjunto en la catedral de Mónaco, aunque todo parece indicar que no se trataba más que una forma de ganar notoriedad y atraer turismo de una forma ingeniosa.
A pesar de haber liberado al «Zaca» de sus fantasmas y de haberse realizado algunos trabajos a bordo, la suerte de la embarcación no cambió al no poder navegar por sus propios medios. Tras haberse hundido y haber sido reflotado varias veces en el puerto de Villefranche, el «Zaca» se sumió en el olvido tras la quiebra definitiva del astillero Voisin en 1987.
Ese mismo año el magnate inglés de la electrónica Phillip Coussins compró el astillero de Voisin sólo para quedarse con el «Zaca». pero el acuerdo terminó en los tribunales franceses en un pleito que duró dos años. En 1990 Coussins terminó vendiendo el «Zaca», ya hundido por aquel entonces, al empresario italiano Roberto Memmo.

Tras dos años de una reconstrucción en Toulón, el «Zaca» hizo su gran reaparición en la regata clásica de Mónaco en 1993. Se convirtió rápidamente en uno de los yates más admirados y espectaculares del mundo. A su mando el capitán Bruno Dal Pias, y una tripulación regular de cuatro hombres.
Su nuevo propietario Roberto Memmo, invitó a navegar en el «Zaca» a numerosos líderes mundiales, escritores, estrellas de cine y personalidades. El barco recibió un refit en 2005 y su puerto de atraque fue, hasta el fallecimiento de Memmo, en 2021,el Puerto de Fontvieille en Montecarlo.
«In the wake of Zaca» (El despertar del Zaca), de 2005, es un documental de Luther Greene, con el que ganó el Premio al Patrimonio Marítimo en el prestigioso Festival Du Film Maritime, D’Exploration Et D’Environnement en Toulon, Francia.
Una historia de película para un barco único que aún tiene una larga vida por delante.
Algunos enlaces de interés
Bill and Dave are dead: the Zaca
The Sausalito Historical Society: Zaca – A Yacht with a Colorful Past
The Sausalito Historical Society: The Nunes Brothers Boat and Ways Co.
Zaca’s voyage: Bay Area yacht’s history filled with splashy tales
Reel SF: The lady from Shanghai. Errol Flynn and the yacht Circe
The Errol Flynn blog
Yo jugaba a ser pirata en el barco de Errol Flynn: Ventura Sala

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