Todo tiene un comienzo y en el caso de los botes salvavidas tal y como los conocemos, también1. Y su historia comienza en 1904, cuando Ole Martin Brude, un joven marinero noruego de 24 años, emprendió una hazaña desafiando cualquier adversidad al pretender cruzar el océano Atlántico en un bote salvavidas de acero con forma de huevo, herméticamente cerrado, al que llamó «Uræd» («Sin miedo»), aunque más que probablemente estaría aterrorizado ante la perspectiva del viaje en el que sestaba embarcando, su objetivo era demostrar que su diseño revolucionario podía salvar vidas en las peores condiciones del mar, superando las limitaciones de los frágiles botes de madera abiertos. El «Uraed» sentó las bases para los botes salvavidas cerrados modernos, que se convirtieron en estándar a partir de los años 70.
Ole Martin Brude nació el 12 de febrero de 1880 en Ålesund, una ciudad costera en el condado de Møre og Romsdal, Noruega, famosa por su industria pesquera y su conexión con el mar. Hijo de un carpintero, Brude creció en un entorno donde la navegación era una forma de vida consustancial. A los 16 años, en 1896, se enroló como marinero en barcos mercantes, enfrentándose a los peligros del océano Atlántico. Un par de años después, en 1898, mientras servía como oficial en el vapor «Athalie» frente a las costas de Terranova, presenció un incidente que cambiaría su vida y por el que consagraría gran parte de su juventud a la invención de un sistema de rescate en alta mar. Horrorizado, Ole contempló como durante una tormenta, un bote salvavidas de madera, cargado con tripulantes, fue destrozado por una ola al chocar contra el casco del barco, dejando a sus ocupantes indefensos ante el mar embravecido. Este suceso marcó profundamente a Brude, quien expresó su frustración con los botes salvavidas de la época.
“He sido marinero durante diez años y, desde muy temprano en mi vida marinera, he sentido fuertemente la necesidad de un bote salvavidas mejor. Los botes abiertos de madera son defectuosos; las tormentas, el mar embravecido y el clima frío a menudo los hacen inútiles para salvar vidas. Mi objetivo era construir un bote cerrado, insumergible, que pudiera ser maniobrado como un barco” (Capt. Brude’s Life Saving Boat the Uraed, 1910).
Tras aquel suceso, y con la firme determinación de diseñar una alternativa más segura, Brude se matriculó en 1900 en la Escuela de Hidrografía de Haugesund, donde estudió diseño naval y principios de ingeniería. Inspirado por los cascos metálicos de los barcos modernos, comenzó a desarrollar un concepto extraordinarimaente radical: un bote salvavidas de acero, herméticamente cerrado, con forma de huevo, capaz de resistir las peores condiciones del océano y proteger a los náufragos de los elementos.
El Uræd: Un diseño revolucionario
En la primavera de 1904, Brude encargó la construcción de su prototipo en el astillero Alesund Mekaniske Verksted & Slipanlæg, ubicado, como el lector más avezado habrá podido deducir, en Ålesund, un taller conocido por su experiencia en construcciones metálicas. El «Uræd», cuya construcción se completó en mayo de 1904, costó aproximadamente 2000 coronas noruegas, un precio extremadamente elevado en comparación con las 100 coronas de los botes salvavidas de madera tradicionales de la época. Con una eslora de 5,48 metros, una manga de 2,43 metros y un peso de unas 2 toneladas, el diseño estaba pensado para transportar hasta 40 personas en su versión estándar, aunque Brude también creó una versión de menor eslora, de 14 pies, para acomodar a entre 25 y 30 pasajeros.

El diseño del «Uræd», apodado «Brude Egg» por su forma ovalada, era una hazaña de ingenio y el resultado era un curioso artefacto flotante como nunca antes se había visto. Construido con planchas de acero remachadas de 4 mm de grosor, era un bote herméticamente sellado e insumergible. Su forma ovalada minimizaba la resistencia al agua y maximizaba la flotabilidad. Seis compartimentos estancos, distribuidos en la proa y la popa, aseguraban que el bote permaneciera a flote incluso si se inundaba parcialmente.
La proa tenía un doble fondo con cuatro compartimentos herméticos, accesibles mediante escotillas de acero, que contenían 500 galones de agua potable (aproximadamente 1.893 litros), alimentos enlatados (carne, pescado, vegetales), carne salada, galletas náuticas, petróleo para lámparas y cabos. Disponia de una quilla retráctil de acero, operada mediante un mecanismo manual, con la finalidad de estabilizar el bote en mares agitados, reduciendo el riesgo de vuelco y deriva.

Además estaba equipado con un mástil de 4 metros, una vela cuadrada de lona reforzada y un timón de acero, de modo que el bote podía navegar a una velocidad promedio de 2-3 nudos en condiciones favorables. También llevaba una brújula, un sextante y cartas náuticas para la navegación. Una barandilla en la parte superior conducía a una torre de observación con cuatro portillos acristaladas, ofreciendo una vista de 360 grados para la navegación. La torre también servía como punto de ventilación. Brude diseñó un acumulador de lagua de lluvia hecho de lona fina, con forma de paraguas invertido, que se colgaba del mástil para recolectar agua potable durante las tormentas.
En caso de naufragio, el «Uræd» permitía un despliegue rápido al cortar las amarras para lanzarse desde gran altura y flotar libremente, una característica innovadora que eliminaba la necesidad de intervención manual en emergencias. Su diseño era tan avanzado y definitivamente revolucionario que más que entusiasmo generó escepticismo entre los armadores y las autoridades marítimas, quienes dudaban de su navegabilidad y consideraban su costo prohibitivo. Brude, sin embargo, estaba convencido de su potencial
“Mi bote no es solo un refugio para náufragos, sino una embarcación navegable que puede maniobrarse como un barco pequeño. Su forma de huevo y su construcción en acero lo hacen prácticamente indestructible” (Minneapolis Journal, 1905).
La travesía transatlántica: Una prueba de resistencia
Para demostrar la eficacia de su diseño, Brude decidió emprender una travesía transatlántica desde Ålesund hasta Nueva York, con la intención de transportar el «Uræd» por ferrocarril a San Luis, Missouri, para presentarlo en la Exposición Universal de 1904, donde se ofrecía un premio de un millón de francos al bote salvavidas más innovador. Brude Estimó que el viaje tomaría tres meses, permitiéndole llegar antes del cierre de la exposición el 1 de diciembre de 1904. Seleccionó a tres compañeros de Ålesund para la travesía: Iver Thorsen, de 46 años, un marinero veterano con experiencia en travesías de larga distancia; Lars Madsen, de 28 años, conocido por su fuerza física y habilidades náuticas. y Johan Johannesen2, de 24 años, un joven marinero entusiasta.

El «Uræd» fue aprovisanado con víveres para seis meses: 1892,71 litros de agua potable, alimentos enlatados, carne salada, galletas náuticas, petróleo para lámparas, cuerdas, herramientas de reparación y un pequeño fogón de petróleo para cocinar. Los instrumentos de navegación incluían una brújula, un sextante y cartas náuticas detalladas del Atlántico Norte. Así, el 27 de julio de 1904, el «Uræd» con y su tripulación zarparon de Ålesund ante una multitud de curiosos que se reunieron en el puerto para despedir el extraño bote con forma de huevo. Sin embargo, a los pocos días, el «Uræd» comenzó a hacer agua debido a un defecto en las soldaduras de las planchas de acero. La tripulación regresó al astillero, donde se reforzaron las juntas y se realizaron pruebas adicionales de estanqueidad. El 7 de agosto de 1904, reiniciaron la travesía con el bote en óptimas condiciones sin fanfarrias ni multitudes despidiéndoles.

Durante las primeras semanas de agosto, el «Uræd» navegó con vientos favorables, pasando cerca de las Islas Feroe y la costa este de Escocia. La tripulación reportó que el interior del bote era “sorprendentemente cómodo”, con espacio para dormir en turnos sobre colchones de lona y cocinar en el fogón de petróleo. La velocidad promedio era de 2,5 nudos, y el bote mantenía su estabilidad incluso en mares moderados. A mediados de septiembre, una tormenta en el Atlántico Norte rompió el mástil principal, dejando al «Uræd» navegando impulsado por una vela improvisada hecha de lona de repuesto. Esto redujo la velocidad a menos de 1 nudo, prolongando la travesía. La tripulación trabajó bajo condiciones agotadoras para reparar el mástil, pero los vientos contrarios dificultaron el progreso.

Entre los meses de octubre y noviembre de 1904, las tormentas se intensificaron, poniendo a prueba la resistencia del «Uræd». En una ocasión, una ola gigantesca volcó el bote, pero su diseño insumergible permitió que se adrizara rápidamente. El acumulador de lluvia resultó crucial, recolectando hasta 190 litros de agua potable durante las tormentas. El 15 de noviembre de 1904, tras 100 días en el mar, la tripulación llegó a San Juan, Terranova. Exhausta pero ilesos. Brude, sin embargo, decidió continuar navegando hacia Nueva York para cumplir su objetivo original.
Este tramo final del recorrido fue el más arduo. Habiendo partido de San Juan el 25 de noviembre, la tripulación se enfrentó a vientos huracanados y temperaturas bajo cero. La visibilidad era limitada, y el sextante se volvió difícil de usar debido a la constante niebla. El 6 de enero de 1905, tras 152 días desde la partida inicial y 112 días desde el reinicio, el Uræd encalló en una playa en Gloucester, Massachusetts, a unas 100 millas al norte de Nueva York. La llegada fue descrita por el «Gloucester Daily Times» como un espectáculo asombroso: «Un bote con forma de huevo, cubierto de hielo y percebes, emergió del mar como una criatura mitológica. Cuatro marineros noruegos, demacrados pero triunfantes, salieron de su interior, demostrando que la ingeniosidad humana puede conquistar el océano.”

Recepción y esfuerzos comerciales
La hazaña captó la atención mundial. En Gloucester, la tripulación fue recibida como héroes y alojada en el Atlantic House, un hotel de lujo donde asistieron a cenas organizadas por la élite local. El Minneapolis Journal elogió el Uræd como “un pequeño barco torpedero con una aleta, capaz de resistir las peores tormentas del Atlántico.” Sin embargo, la Exposición Universal había concluido el 1 de diciembre de 1904, y el premio de un millón de francos no se materializó, lo que supuso un revés para Brude.
En 1906, Brude patentó su diseño en los Estados Unidos bajo el número 835,498, describiéndolo como “un bote salvavidas insumergible, navegable y completamente cerrado, capaz de proteger a los ocupantes de los elementos en un capullo de acero.” Fundó la Brude Lifeboat Company en Ålesund y promovió el Uræd en puertos de los Grandes Lagos, particularmente en Cleveland y Buffalo, en asociación con el ferry Ashtabula. A pesar de demostraciones exitosas, el alto costo de producción (2000 coronas por unidad) y la resistencia de la industria marítima a abandonar los botes de madera frustraron su comercialización.
En 1910, Brude publicó el libro «Capt. Brude’s Life Saving Boat the Uraed: An Illustrated Description of the Lifeboat Uraed, and Her Voyage to America in the Autumn of 1904», un relato detallado de la travesía que incluía diagramas del Uræd y fotografías de la tripulación. En el libro, escribió: “La travesía del Uræd demostró que un bote salvavidas puede ser más que un refugio temporal; puede ser un hogar en el mar, capaz de llevar a los náufragos a salvo a través de océanos.”
La travesía del Uræd demostró que un bote salvavidas puede ser más que un refugio temporal; puede ser un hogar en el mar, capaz de llevar a los náufragos a salvo a través de océanos. – Ole Brude
Legado y últimos años
Aunque el «Uræd» no logró una adopción inmediata, su diseño influyó en los botes salvavidas cerrados modernos. En 1973, Noruega comenzó a exigir botes salvavidas completamente cerrados en sus barcos, una medida que se extendió globalmente en la década de 1980, especialmente en plataformas petrolíferas y buques tanque, donde los botes debían soportar caídas desde rampas y sumergirse en mares agitados.
Tras el fracaso comercial de su empresa, Brude emigró a Estados Unidos en 1912, estableciéndose en Seattle, Washington. Allí trabajó como granjero y operó un aserradero, viviendo una vida tranquila lejos del mar. Falleció el 3 de noviembre de 1949, a los 69 años, en relativo anonimato.

El legado de Brude perdura en Ålesund, donde una réplica del «Uræd», construida en 1908, se exhibe en el Museo de Ålesund. En Noruega, su hazaña es celebrada con la canción “Hurra for Ole Brude”, que exalta su valentía. En 2020, la marca de relojes Von Doren lanzó el modelo «Uræd», con una esfera que evoca la forma ovalada del bote y grabados que homenajean la tradición marítima de Ålesund. La Brude Safety Company, que fabricaba botes salvavidas modernos, llevaba su nombre en reconocimiento a su contribución pionera.
- No me refiero a los botes salvavidas en general, sini específicamente a los botes de salvamento de caida libre, los que solemos ver en barcos mercantes colocados sobre una rampa listo para ser lanzado. Los botes salvavidas de caída libre son una evolución específica de los botes salvavidas diseñada para permitir una evacuación rápida y segura desde plataformas elevadas, como barcos de gran altura, plataformas petrolíferas o instalaciones offshore. Su origen está vinculado a la necesidad de mejorar la seguridad en entornos marítimos extremos, particularmente en la industria del petróleo y el gas en alta mar. La región del Mar del Norte, con su clima hostil y la proliferación de plataformas petrolíferas en las décadas de 1960 y 1970, fue el principal impulsor de esta tecnología. Compañías noruegas y británicas, que operaban en estas aguas, se enfrentaban condiciones extremas que demandaban soluciones innovadoras. Los primeros botes de caída libre fueron desarrollados en Noruega ↩︎
- Algunas fuentes mencionan a Karl Thomas Hagevik Johansen como cuarto tripulante, lo que refleja posibles discrepancias en los registros. ↩︎
Para saber más:
http://www.nkr.no: El huevo que viajó a América
http://www.goodmorninggloucester.com : Historic Heroic story of Uraed
http://www.capeannmuseum.com : Fotos de Uraed
http://www.lindahall.com : Ole Brude

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